LA EVALUACION FORMATIVA Y SUMATIVA



26-8-2018.
Análisis  y lectura del documento “La evaluación formativa” de Pedro Morales Vallejo, de Madrid (U. Pontificia Comillas, Fac. de Cs Humanas).

http://www.upcomillas.es/personal/peter/otrosdocumentos/Evaluacionformativa.pdf




Publicado en Morales Vallejo, P. (2010). Ser profesor: una mirada al alumno. 2ª
edición. Guatemala: Universidad Rafael Landívar, (capítulo II, pp. 33-90).

PARA EL PORTFOLIO.
MATERIA: EVALUACION EN ENTORNOS VIRTUALES. 
UNIVERSIDAD DE QUILMES. Agosto 2018.

El autor comienza diciendo que se va a centrar en  la evaluación formativa.

También destaca el profesor que en general, en muchos exámenes convencionales,
 los docentes pretendemos unas cosas (en definitiva calificar y firmar unas actas) pero
a la vez suceden otras. A los alumnos les llega una valiosa información, pero MUCHAS VECES LES LLEGA DEMASIADO TARDE.

También acota que lo que estudien los alumnos es condicionado por la evaluación, y por eso, el curriculum real es condicionado por la evaluación (cita a Ramsden 1992).

Lo que tomemos en la evaluación actúa como parte de un curriculum oculto, el real,
que condiciona el estudio de los alumnos.



Importa mucho también lo que el alumno “espera encontrar en el examen”.  Algun alumno espera encontrar una prueba objetiva, y otros, espera encontrar preguntas abiertas. Es importante que se diga y anuncie bien con qué se van a encontrar en la evaluación formativa.

“Desde la perspectiva de la calidad del aprendizaje lo que interesa es potenciar en
los alumnos un enfoque profundo en su estudio y esto no depende básicamente de los
alumnos sino del profesor: los estudiantes adoptarán un enfoque superficial si perciben
que es lo que la asignatura y la evaluación requieren o que es el enfoque que en mejor
situación les pone para responder a las demandas de la asignatura (Kember, 2000)”.

Destaca también este autor que “hay que pensar en cómo examinamos y
preguntamos, qué ejercicios y actividades vamos a proponer, desde el comienzo,
procurando que la evaluación sea coherente con los objetivos del curso, con el tipo de
estudio que queremos para nuestros alumnos.”

Un título muy interesante:
El valor redentor o destructivo de nuestros modos de evaluar”

La evaluación puede redimir unas clases más bien pobres, y al revés, puede restar eficacia a unas clases supuestamente excelentes.

a) Un inteligente sistema de evaluación puede tener un valor redentor: clases
mediocres o aburridas pueden convertirse en eficaces estimulando un aprendizaje de
calidad y quedar compensadas por un sistema de evaluación imaginativo que lleve a los
alumnos a un modo de estudiar serio y comprometido.

b) También puede suceder (y sucede) todo lo contrario, unas clases inspiradas y
ricas de contenido, que gustan e incluso entusiasman a los alumnos, pueden perder
eficacia con un sistema de evaluación rutinario que condiciona un estudio superficial: si
evaluamos mal, nuestros alumnos aprenderán mal aunque nuestra enseñanza sea
supuestamente ‘excelente’ (digo supuestamente excelentes, porque a la hora de la
verdad la excelencia de la docencia hay que juzgarla por la excelencia del aprendizaje;
a clase no se va a cautivar o a entretener a los alumnos).

Evaluación sumativa y evaluación formativa
La finalidad de la llamada evaluación formativa es precisamente ésta: convertir en
pretendidos, e incluso con su correspondiente planificación, los efectos positivos de los
exámenes convencionales que hemos recordado antes y que suelen llegar muy tarde, tal
como se expresa en la figura 2.
La importancia que se da ahora a la evaluación formativa en la universidad (y en
todos los niveles educativos), tan nítidamente reflejada en la cita anterior, se debe en
buena medida a la necesidad de condicionar en nuestros alumnos lo ya expresado en la
figura 3:
a) Un estudio inteligente, buscando siempre la máxima calidad en el aprendizaje
de nuestros alumnos,
b) Un esfuerzo continuado a lo largo del curso.
La educación formativa ayuda a aprender, a condicionar un estudio inteligente y a corregir errores.


La evaluación sumativa: tiene finalidad que es, en última instancia, calificar a los
alumnos según el nivel que hayan alcanzado. Ésta es la práctica habitual, lo que
nosotros mismos hemos vivido como alumnos: el examen señala el final del proceso o
de una parte del proceso (en exámenes parciales y liberatorios). Examinamos al final
porque tenemos que calificar a nuestros alumnos. Naturalmente esta finalidad es
legítima y necesaria; obligación nuestra es certificar el nivel de aprendizaje de nuestros
alumnos.

La evaluación formativa continua
Cuando se habla de evaluación continua o de evaluación integrada en el
aprendizaje está claro que no se quiere decir exámenes todos los días, pero sí con la
suficiente frecuencia como para que sean eficaces en el aprendizaje, al menos por lo que
se refiere a las modalidades más sencillas de evaluación formativa. En muchos casos el
término examen, por sus connotaciones, puede ser inadecuado; no toda evaluación es
necesariamente un examen en el sentido habitual del término.
Pruebas cortas y frecuentes (con o sin calificación) y exámenes finales o al menos parciales (para entendernos, exámenes convencionales).

Modos sencillos de evaluación formativa

Múltiples modalidades:

-- situaciones que permitan la autoevaluación personal y grupal como nos recuerda Yorke (2003) en un excelente artículo sobre evaluación formativa en la universidad.

-- desde lo muy informal  hasta lo muy formal; puede incluso ser muy ocasional y sin embargo dar un apoyo esencial al aprendizaje.

--Preguntas orales a toda la clase
a) Tienen que ser buenas preguntas, que incidan en lo que realmente el
profesor juzga que es importante conocer y sobre todo entender.
b) Hay que hacer estas preguntas siendo conscientes desde dónde se hacen y
para qué se hacen.
c) Los alumnos deben darse cuenta de la finalidad de estas preguntas para que
se las tomen más en serio
--Tests objetivos muy breves (quizzes).
Estos tests son fáciles de preparar; pueden incluso ser del tipo verdadero-falso. El
formato verdadero-falso puede ser discutible en un examen final (se puede responder
correctamente al 50% de las preguntas respondiendo al azar), pero como sondeo rápido
a la clase puede ser cómodo y útil. Y con este formato caben preguntas certeras que
obligan a reflexionar.

-- Preguntas abiertas de respuesta muy breve
--Los ‘one minute paper
Las breves pruebas pensadas para el final de la clase y conocidas como one minute
paper pueden ser de hecho un recurso fácil y eficaz de evaluación formativa.
--Trabajos en pequeños grupos en la misma clase
Estas tareas grupales (en parejas, o grupos de tres tal como están sentados en
clase) pueden ser de corta duración; los alumnos pueden comentar un tema, concretar
sus dificultades de comprensión, responder juntos a unas pocas preguntas, resolver un
problema
--Uso de las posibilidades de las nuevas tecnologías
En estos tiempos no podemos olvidar las múltiples posibilidades que nos ofrecen
las nuevas tecnologías. Hay buenas experiencias de evaluación formativa por ordenador
que admiten múltiples modalidades: preguntas de autoevaluación de elección múltiple
con feedback inmediato, estudio de casos, weblogs, FAQ (frequently asked questions),
etc. (Jenkins, 2004, presenta diversas posibilidades).

Cómo presentar estas evaluaciones
No es necesario fotocopiar una hoja con estas preguntas aunque a veces será lo
más conveniente. Caben procedimientos económicos y sencillos, como pueden ser
distribuir papeletas
Momento apropiado
Estas breves pruebas, ejercicios o preguntas caben en diversos momentos, al
comienzo de la clase, hacia la mitad de la clase o al final. Cada momento tiene sus
peculiaridades y efectos y se pueden poner en un momento u otro según los objetivos
del profesor. Conviene caer en la cuenta de que según para qué no es lo mismo un
momento que otro.

--Corrección y calificación
Es importante que el miedo a la corrección (por el tiempo que nos puede llevar)
no nos detraiga de estas prácticas que pueden ser muy rentables para el aprendizaje de
los alumnos, por eso conviene ver procedimientos rápidos y sencillos; tan sencillos
como no corregir.
La corrección y calificación no debe ser mayor problema. Según los casos y la
importancia de estas breves evaluaciones, se pueden recoger las respuestas, anotar quién
las hizo, devolverlas en la clase siguiente sin corrección y comentar en la clase siguiente
cuáles son las respuestas correctas, admitir preguntas aclaratorias, etc.;

--Coherencia de estas pruebas con los objetivos del curso
Estas evaluaciones, aunque sean muy sencillas, deben ser coherentes con la
evaluación sumativa más formal que vendrá en otro momento, para verificar los
resultados finales y pretendidos del aprendizaje.

--. Efectos y consecuencias de la evaluación formativa frecuente
La evaluación integrada en el proceso de enseñanza-aprendizaje tiene unas
consecuencias muy positivas.
Estas evaluaciones dan a los alumnos la oportunidad de ir poniendo en práctica
las habilidades que van adquiriendo, en una situación sin riesgos (o con un riesgo
menor), e ir consolidando lo aprendido.
El modo de preguntar orienta a los alumnos sobre cómo deben estudiar; se
facilita la autorregulación en el estudio: los alumnos aprenden a estudiar y a
organizarse.
Las preguntas muestran al alumno lo que realmente es importante en cada tema
o asignatura.

Problemas que podemos encontrar en la evaluación formativa frecuente
Al llevar a la práctica este tipo de evaluación formativa y frecuente podemos
encontrarnos con varios tipos de dificultades; unas tienen más que ver con nosotros
mismos, otras con los alumnos y otras, que pueden ser las más molestas, pueden tener
que ver con otros profesores e incluso con las autoridades académicas.
Problemas con nosotros mismos
Por parte nuestra podemos al menos ver tres dificultades:
a) El trabajo extra que puede suponer el preparar estas evaluaciones,
b) El trabajo e incomodidad de la corrección,
c) Quizás nos hacemos esta pregunta: si pregunto ‘todo’ durante el curso ¿qué
me queda para el examen de verdad?

Problemas con los alumnos
Por parte de los alumnos un problema que podemos encontrar, sobre todo en
algunas culturas académicas, es su resistencia para hacer algo con lo que no van a ganar
ningún punto, que no vale para nota. No va a ser siempre éste el caso, pues puede haber
evaluaciones frecuentes que sí van a ser calificadas o de alguna manera premiadas.
Es muy importante hacer conscientes a los alumnos de que la evaluación
formativa es una parte integral de su proceso de aprendizaje, que tiene más de
actividad didáctica que de examen, y que no deben identificarla con la evaluación o
exámenes convencionales que desembocan en una calificación. Vienen a clase a
aprender, no a ganar puntos.

Importancia del feedback como estrategia de enseñanza-aprendizaje

Es muy importante que el alumno reciba algún tipo de feedback más específico. Es una
queja de muchos alumnos: reciben de vuelta un examen o un ejercicio corregido con
marcas rojas, o comentarios breves y genéricos pero siguen sin enterarse de por qué está
mal su respuesta, en qué se han equivocado, cómo pueden mejorar. No se trata de que el
alumno se entere de lo que tiene mal; además debe enterarse de por qué está mal o cómo
puede mejorar.
La eficacia del feedback en el aprendizaje está bien confirmada en muchos
estudios de tipo experimental; menciono un solo ejemplo sencillo pero muy indicativo.

1) Facilita la autoevaluación del alumno, la reflexión sobre su propio aprendizaje.
El alumno suele estar pendiente de la evaluación del profesor pero también debe
desarrollar la actitud y la habilidad necesarias para autoevaluarse.
2) Facilita la comunicación entre profesores y alumnos y entre los propios
alumnos, que pueden aclararse muchas cosas entre sí. Con frecuencia los alumnos se
explican entre sí puntos difíciles con más claridad que el profesor, en su propio
lenguaje.
3) El feedback debe llevar al alumno a mejorar, pero este debe mejorar no se
cumple de manera automática por el mero hecho de recibir unos comentarios sobre su
trabajo.
Cómo dar información específica a los alumnos sobre exámenes y trabajos
Damos por hecho que los comentarios personales son importantes y posiblemente
es el procedimiento más habitual, pero no siempre es posible dar a cada alumno una
información muy específica y útil, sobre todo en clases numerosas. Si los comentarios
se limitan a una nota o a señalar errores, su utilidad para mejorar futuros trabajos puede
ser muy escasa o simplemente nula; la atención del alumno se centra en la nota y se
olvida de todo lo demás. En cualquier caso los comentarios personales del profesor son
compatibles con otros modos de dar información a toda la clase.
Rúbricas
Respuestas modelo.
Oportunidad para hacer el trabajo de nuevo (re draft).

Comentarios

Entradas populares de este blog

ANALISIS DE UN CORTO DE "PETER CAPUSOTTO" CON EL PERSONAJE MICKY VAINILLA.

AL DR RODOLFO CAPON FILAS, IN MEMORIAM.

PROJECT WORK: MY FAVOURITE SONG