LA EVALUACION FORMATIVA Y SUMATIVA
Análisis y lectura del documento “La evaluación
formativa” de Pedro Morales Vallejo, de Madrid (U. Pontificia Comillas, Fac. de
Cs Humanas).
http://www.upcomillas.es/personal/peter/otrosdocumentos/Evaluacionformativa.pdf
Publicado en Morales
Vallejo, P. (2010). Ser profesor: una mirada al alumno. 2ª
edición. Guatemala:
Universidad Rafael Landívar, (capítulo II, pp. 33-90).
El autor comienza
diciendo que se va a centrar en la evaluación
formativa.
También destaca el
profesor que en general, en muchos exámenes convencionales,
los docentes pretendemos unas cosas (en
definitiva calificar y firmar unas actas) pero
a la vez suceden otras.
A los alumnos les llega una valiosa información, pero MUCHAS VECES LES LLEGA
DEMASIADO TARDE.
También acota que lo
que estudien los alumnos es condicionado por la evaluación, y por eso, el
curriculum real es condicionado por la evaluación (cita a Ramsden 1992).
Lo que tomemos en la
evaluación actúa como parte de un curriculum oculto, el real,
que condiciona el estudio
de los alumnos.
Importa mucho también
lo que el alumno “espera encontrar en el examen”. Algun alumno espera encontrar una prueba objetiva,
y otros, espera encontrar preguntas abiertas. Es importante que se diga y
anuncie bien con qué se van a encontrar en la evaluación formativa.
“Desde la perspectiva
de la calidad del aprendizaje lo que interesa es potenciar en
los alumnos un enfoque
profundo en su estudio y esto no depende básicamente de los
alumnos sino del
profesor: los estudiantes adoptarán un enfoque superficial si perciben
que es
lo que la asignatura y la evaluación requieren o que es el enfoque que en mejor
situación
les pone para responder a las demandas de la asignatura (Kember,
2000)”.
Destaca también este
autor que “hay que pensar en cómo examinamos y
preguntamos, qué
ejercicios y actividades vamos a proponer, desde el comienzo,
procurando que la
evaluación sea coherente con los objetivos del curso, con el tipo de
estudio que queremos
para nuestros alumnos.”
Un título muy
interesante:
“El valor redentor
o destructivo de nuestros modos de evaluar”
La evaluación puede redimir
unas clases más bien pobres, y al revés, puede restar eficacia a unas
clases supuestamente excelentes.
a) Un inteligente sistema
de evaluación puede tener un valor redentor: clases
mediocres o aburridas
pueden convertirse en eficaces estimulando un aprendizaje de
calidad y quedar
compensadas por un sistema de evaluación imaginativo que lleve a los
alumnos a un modo de
estudiar serio y comprometido.
b) También puede
suceder (y sucede) todo lo contrario, unas clases inspiradas y
ricas de contenido, que
gustan e incluso entusiasman a los alumnos, pueden perder
eficacia con un sistema
de evaluación rutinario que condiciona un estudio superficial: si
evaluamos
mal, nuestros alumnos aprenderán mal aunque nuestra enseñanza sea
supuestamente
‘excelente’ (digo supuestamente excelentes, porque a la hora de la
verdad la excelencia
de la docencia hay que juzgarla por la excelencia del aprendizaje;
a clase no se va a cautivar
o a entretener a los alumnos).
Evaluación
sumativa y evaluación formativa
La finalidad de la
llamada evaluación formativa es precisamente ésta: convertir en
pretendidos, e incluso
con su correspondiente planificación, los efectos positivos de los
exámenes convencionales
que hemos recordado antes y que suelen llegar muy tarde, tal
como se expresa en la
figura 2.
La importancia que se
da ahora a la evaluación formativa en la universidad (y en
todos los niveles
educativos), tan nítidamente reflejada en la cita anterior, se debe en
buena medida a la
necesidad de condicionar en nuestros alumnos lo ya expresado en la
figura 3:
a) Un estudio
inteligente, buscando siempre la máxima calidad en el aprendizaje
de nuestros alumnos,
b) Un esfuerzo
continuado a lo largo del curso.
La educación formativa
ayuda a aprender, a condicionar un estudio inteligente y a corregir errores.
La evaluación
sumativa: tiene finalidad que es, en última instancia, calificar a
los
alumnos según el nivel
que hayan alcanzado. Ésta es la práctica habitual, lo que
nosotros mismos hemos
vivido como alumnos: el examen señala el final del proceso o
de una parte del
proceso (en exámenes parciales y liberatorios). Examinamos al final
porque tenemos que
calificar a nuestros alumnos. Naturalmente esta finalidad es
legítima y necesaria;
obligación nuestra es certificar el nivel de aprendizaje de nuestros
alumnos.
La
evaluación formativa continua
Cuando se habla de
evaluación continua o de evaluación integrada en el
aprendizaje
está claro que no se quiere decir exámenes todos los días, pero sí
con la
suficiente frecuencia
como para que sean eficaces en el aprendizaje, al menos por lo que
se refiere a las
modalidades más sencillas de evaluación formativa. En muchos casos el
término examen, por
sus connotaciones, puede ser inadecuado; no toda evaluación es
necesariamente un
examen en el sentido habitual del término.
Pruebas cortas y
frecuentes (con o sin calificación) y exámenes finales o al
menos parciales (para entendernos, exámenes convencionales).
Modos
sencillos de evaluación formativa
Múltiples modalidades:
-- situaciones que
permitan la autoevaluación personal y grupal como nos recuerda Yorke
(2003) en un excelente artículo sobre evaluación formativa en la universidad.
-- desde lo muy
informal hasta lo muy formal; puede
incluso ser muy ocasional y sin embargo dar un apoyo esencial al aprendizaje.
--Preguntas
orales a toda la clase
a) Tienen que ser buenas
preguntas, que incidan en lo que realmente el
profesor juzga que es
importante conocer y sobre todo entender.
b) Hay que hacer estas
preguntas siendo conscientes desde dónde se hacen y
para
qué se hacen.
c) Los alumnos deben
darse cuenta de la finalidad de estas preguntas para que
se las tomen más en
serio
--Tests
objetivos muy breves (quizzes).
Estos tests son fáciles
de preparar; pueden incluso ser del tipo verdadero-falso. El
formato verdadero-falso
puede ser discutible en un examen final (se puede responder
correctamente al 50% de
las preguntas respondiendo al azar), pero como sondeo rápido
a la clase puede ser
cómodo y útil. Y con este formato caben preguntas certeras que
obligan a reflexionar.
--
Preguntas abiertas de respuesta muy breve
--Los ‘one
minute paper’
Las breves pruebas
pensadas para el final de la clase y conocidas como one minute
paper pueden
ser de hecho un recurso fácil y eficaz de evaluación formativa.
--Trabajos
en pequeños grupos en la misma clase
Estas tareas grupales
(en parejas, o grupos de tres tal como están sentados en
clase) pueden ser de
corta duración; los alumnos pueden comentar un tema, concretar
sus dificultades de
comprensión, responder juntos a unas pocas preguntas, resolver un
problema
--Uso
de las posibilidades de las nuevas tecnologías
En estos tiempos no
podemos olvidar las múltiples posibilidades que nos ofrecen
las nuevas
tecnologías. Hay buenas experiencias de evaluación formativa por ordenador
que admiten múltiples
modalidades: preguntas de autoevaluación de elección múltiple
con feedback inmediato,
estudio de casos, weblogs, FAQ (frequently asked questions),
etc. (Jenkins, 2004,
presenta diversas posibilidades).
Cómo
presentar estas evaluaciones
No es necesario
fotocopiar una hoja con estas preguntas aunque a veces será lo
más conveniente. Caben
procedimientos económicos y sencillos, como pueden ser
distribuir papeletas
Momento
apropiado
Estas breves pruebas,
ejercicios o preguntas caben en diversos momentos, al
comienzo de la clase,
hacia la mitad de la clase o al final. Cada momento tiene sus
peculiaridades y
efectos y se pueden poner en un momento u otro según los objetivos
del profesor. Conviene
caer en la cuenta de que según para qué no es lo mismo un
momento que otro.
--Corrección
y calificación
Es importante que el
miedo a la corrección (por el tiempo que nos puede llevar)
no nos detraiga de
estas prácticas que pueden ser muy rentables para el aprendizaje de
los alumnos, por eso
conviene ver procedimientos rápidos y sencillos; tan sencillos
como no corregir.
La corrección y
calificación no debe ser mayor problema. Según los casos y la
importancia de estas
breves evaluaciones, se pueden recoger las respuestas, anotar quién
las hizo, devolverlas
en la clase siguiente sin corrección y comentar en la clase siguiente
cuáles son las
respuestas correctas, admitir preguntas aclaratorias, etc.;
--Coherencia
de estas pruebas con los objetivos del curso
Estas evaluaciones,
aunque sean muy sencillas, deben ser coherentes con la
evaluación
sumativa más formal que vendrá en otro momento, para verificar los
resultados finales y
pretendidos del aprendizaje.
--.
Efectos y consecuencias de la evaluación formativa frecuente
La evaluación integrada
en el proceso de enseñanza-aprendizaje tiene unas
consecuencias muy
positivas.
Estas evaluaciones dan
a los alumnos la oportunidad de ir poniendo en práctica
las habilidades que van
adquiriendo, en una situación sin riesgos (o con un riesgo
menor), e ir
consolidando lo aprendido.
El modo de preguntar
orienta a los alumnos sobre cómo deben estudiar; se
facilita la autorregulación
en el estudio: los alumnos aprenden a estudiar y a
organizarse.
Las preguntas muestran
al alumno lo que realmente es importante en cada tema
o asignatura.
Problemas
que podemos encontrar en la evaluación formativa frecuente
Al llevar a la práctica
este tipo de evaluación formativa y frecuente podemos
encontrarnos con varios
tipos de dificultades; unas tienen más que ver con nosotros
mismos, otras con los
alumnos y otras, que pueden ser las más molestas, pueden tener
que ver con otros
profesores e incluso con las autoridades académicas.
Problemas
con nosotros mismos
Por parte nuestra
podemos al menos ver tres dificultades:
a) El trabajo extra que
puede suponer el preparar estas evaluaciones,
b) El trabajo e
incomodidad de la corrección,
c) Quizás nos hacemos
esta pregunta: si pregunto ‘todo’ durante el curso ¿qué
me
queda para el examen de verdad?
Problemas
con los alumnos
Por parte de los
alumnos un problema que podemos encontrar, sobre todo en
algunas culturas
académicas, es su resistencia para hacer algo con lo que no van a ganar
ningún punto, que no
vale para nota. No va a ser siempre éste el caso, pues puede haber
evaluaciones frecuentes
que sí van a ser calificadas o de alguna manera premiadas.
Es muy importante hacer
conscientes a los alumnos de que la evaluación
formativa es una
parte integral de su proceso de aprendizaje, que tiene más de
actividad didáctica que
de examen, y que no deben identificarla con la evaluación o
exámenes convencionales
que desembocan en una calificación. Vienen a clase a
aprender, no a ganar
puntos.
Importancia
del feedback como estrategia de enseñanza-aprendizaje
Es muy importante que
el alumno reciba algún tipo de feedback más específico. Es una
queja de muchos
alumnos: reciben de vuelta un examen o un ejercicio corregido con
marcas rojas, o
comentarios breves y genéricos pero siguen sin enterarse de por qué está
mal su respuesta, en
qué se han equivocado, cómo pueden mejorar. No se trata de que el
alumno se entere de lo
que tiene mal; además debe enterarse de por qué está mal o cómo
puede mejorar.
La eficacia del feedback
en el aprendizaje está bien confirmada en muchos
estudios de tipo
experimental; menciono un solo ejemplo sencillo pero muy indicativo.
1) Facilita la autoevaluación
del alumno, la reflexión sobre su propio aprendizaje.
El alumno suele estar
pendiente de la evaluación del profesor pero también debe
desarrollar la actitud
y la habilidad necesarias para autoevaluarse.
2) Facilita la comunicación
entre profesores y alumnos y entre los propios
alumnos,
que pueden aclararse muchas cosas entre sí. Con frecuencia los
alumnos se
explican entre sí
puntos difíciles con más claridad que el profesor, en su propio
lenguaje.
3) El feedback debe
llevar al alumno a mejorar, pero este debe mejorar no se
cumple de manera
automática por el mero hecho de recibir unos comentarios sobre su
trabajo.
Cómo
dar información específica a los alumnos sobre exámenes y trabajos
Damos por hecho que los
comentarios personales son importantes y posiblemente
es el procedimiento más
habitual, pero no siempre es posible dar a cada alumno una
información muy
específica y útil, sobre todo en clases numerosas. Si los comentarios
se limitan a una nota o
a señalar errores, su utilidad para mejorar futuros trabajos puede
ser muy escasa o
simplemente nula; la atención del alumno se centra en la nota y se
olvida de todo lo
demás. En cualquier caso los comentarios personales del profesor son
compatibles con otros
modos de dar información a toda la clase.
Rúbricas
Respuestas modelo.
Oportunidad para hacer
el trabajo de nuevo (re draft).
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